El partido de vuelta se jugó en el Estadio Rey Balduino en Bruselas el 22 de mayo, concluyendo el partido con un 2-1 a favor de los neerlandeses y en el que Cruyff marcó el segundo gol. Los checoslovacos vencieron por 3-1 en la prórroga y los neerlandeses tuvieron que conformarse con el partido por el tercer puesto contra el equipo anfitrión, Yugoslavia, que venía de perder 4-2 frente a la selección de Alemania federal.