En general, la indumentaria se fue simplificando y cobró mayor relevancia el carácter práctico y utilitario de las prendas, así como su aspecto deportivo y urbano. Incluía un corsé con ballenas y una pieza para el estómago (pièce d’estomac), que proporcionaban una forma del tronco como cono invertido. Durante esta centuria, París siguió dictando los cánones de la moda, aunque, debido a lo costoso de sus productos, en otros países de Europa surgieron diversos revivals de modas del pasado, mientras que entre los hombres aumentó la costumbre de vestir uniforme militar en la corte.